domingo, 30 de noviembre de 2008

Sale el sol


Paró de llover, por fin, después de 8 días de lluvias ininterrupidas, salió el sol. En mis 38 años de vida, jamás vi una prolongación tan grande de aguaceros en este Panamá de mis amores. Nunca mis ojos vieron tanta desolación y tragedia producto de un fenómeno natural; pero tampoco mis ojos jamás vieron tanto desprendimiento, solidaridad y amor al prójimo.

El sol trajo la posibilidad de realizar cosas sencillas y cosas realmente complejas e importantes. Las sencillas, como poder tender en el patio ropa recien lavada, podar las plantas y que los chicos dieran las cotidianas vueltas en bici por la acera de la barriada, ya casi olvidadas. Las complejas e importantes, al fin las cuadrillas del Ministerio de Obras Públicas podrán avanzar como es debido en su tarea de reparar los tramos de carreteras hundidos, lo que permitirá llevar más rapidamente víveres y la esperanza a los miles de afectados por las lluvias y así mismo nos permitirá a los que tenemos que dirigirnos el martes a la capital por razones diversas, luego del feriado del 28, hacerlo con las debidas precauciones.

Un tenue sol, tímido en la mañana, pero que en un medio día rabioso nos mostró a los mortales sus greñas doradas en todo su esplendor, como para restregarnos en la cara tanta rogadera para que parara de llover... como diciéndonos: querías sol: coje tu cabrón sol, pa´que no jodas...

Si, hoy estoy feliz, radiante como el sol de hoy, protagonista de esta nota. ¿Cómo no estarlo? si ya empezaron a sonar las primeras plenas y bombas navideñas, si mi vecina de al frente puso ya su arbolito navideño, si montones de flores nuevas (hasta una rosa de pétalos de terciopelo rojo) aumentan el patrimonio de mi recien instalado vivero, si el camión de bomberos que pasó por mi barrio recogiéndo donaciones para los afectados de las lluvias estaba lleno de lo mucho y poco que todos pudimos obsequiar, sin que importara que ya habiámos mandamos antes, porque  todavía podemos hacerlo.

Y claro, no es que ando flotando en una nube color de rosa, para nada. Las tragedias y recesiones económicas (aunque acá lo niegan) me hacen ser cauta en mis apreciaciones, pero aun siéndolo, no puedo menos que pensar que por fin estoy madurando, pues,  aun con mi ateismo vacilante,   descubro la certeza de la sabiduría que encierran frases repetidas a diario, como es el caso de que "Dios aprieta, más no ahorca".


sábado, 22 de noviembre de 2008

Manifiesto de felicidad


Soy feliz, soy un hombre feliz y quiero que me perdonen, por este día los muertos de mi
felicidad...

(Silvio)



Soy feliz por todos y por nadie
por el poema matutino
y por la certeza incuestionable de tus besos.
Soy feliz por las gotas del rocío de la primera flor del rosal amarillo, que mi mano sembró.
Soy feliz por la lluvia purificadora de tristezas.
Por el niño, la sonrisa, por esta noche de quimeras
y por el gatito abandonado que mi hijo salvó.
Soy feliz por Silvio, por Serrat y por Sabina
y por las canciones que llenan mi alma de ganas y de versos.
Soy feliz por los colores de un Pablo de la celeste Argentina
y por todos los caminos que aun me faltan por recorrer.
Soy feliz por tu voz, y tu cabeza en mi almohada
y por el milagro del amor que finalmente se quedó.
Soy feliz ¡ soy tan feliz de contar tantas bendiciones.
Soy feliz...
Y si mañana no soy feliz:
¡En este manifiesto irrevocable!,
ante dioses y hombres establezco
que cada vez que llore y caiga:
secaré mis lagrimas, respiraré profundo y me levantaré.

jueves, 20 de noviembre de 2008

En desacato pleno...


"No se nace mujer: se llega a serlo. Ningún destino biológico, físico o económico define la figura que reviste en el seno de a sociedad la hembra humana; la civilización en conjunto es quien elabora ese producto intermedio entre el macho y el castrado al que se califica como femenino. Entre las jóvenes y los varones, el cuerpo es, en primer lugar, la irradiación de una subjetividad, el instrumento que realiza la comprensión del mundo: el universo es apresado a través de los ojos o las manos, pero no por las partes sexuales."

Simone de Beauvoir, El Segundo
Sexo.

Últimamente pienso mucho, parece que mis neuronas de pronto hubieran despertado de un prolongado letargo y hubieran decidido vengarse de tanta inactividad. No es que antes no pensara, sino que sin que nos demos cuenta, la vida se le enreda a una en la vorágine de acontecimientos y responsabilidades propios de cualquier mujer adulta de estos tiempos. Habiendo pasado, la más pequeña de mis hijos, la etapa del destete, las cosas son ahora más fáciles.

Dándole vueltas al asunto del rol actual de las mujeres me digo cuan diferente es mi realidad de la que en su momento vivieron mis abuelas ausentes, mi madre y mis tías. No me imagino haciendo ni la décima parte de cosas que en su momento hacían mujeres como ellas para sacar adelante a sus familias. Tal vez soy egoista y no me vanaglorio de ello o quizás simplemente me condicionaron desde el útero materno para que entendiera que no soy la ciudadana de segunda o tercera categoría y que no puedo hacer feliz a otros, si primero no lo soy yo.

Volviendo a las abuelas, es obvio que los sacrificios y responsabilidades de ellas iban más allá del esfuerzo físico y el cohabitar en condiciones de pobreza, las que, hasta donde se por mis padres, llegó a ser en momentos, extrema. Por ejemplo, mi abuela paterna ni siquiera tuvo acceso a una escuela primaria y de suerte aprendió a leer y a escribir porque una nieta suya que desde pequeña amaba las letras y que además era terca como una mula, se propuso enseñarle, como a los nueve años, lo poquito que "ella sabia". Con el tiempo mi abuela asistió a una escuelita de alfabetización de adultos y aprendió a escribir y leer "de verdad", pero esa nieta siempre ha querido creer que fue ella, quien le enseñó a leer y a escribir (esa ha sido hasta el sol de hoy una de las satisfacciones más grandes de mi vida y uno de los mayores motivos de orgullo).

La historia de mi madre no fue diferente. Con su propia madre ausente y viviendo en condiciones de grandes carencias, uno no se explica como pudo en esas condiciones lograr destacarse profesionalmente y hacer carrera en un mundo tan competitivo como lo es la banca y las finanzas. Pero no, no es un milagro, es simplemente dedicación, sacrificio y una madurez inusual, salpicada de un gran deseo de superación.

Mi madre nunca fue una mujer muy dulce y tierna, es obvio que así debía ser. Sin embargo, siempre me inculcó el amor a la educación y el convencimiento pleno de que quienes no nacimos en cuna de oro, solamente si trabajábamos y nos esforzamos mucho podríamos acceder a vivir decorosamente.

Ella curiosamente ahora casi no lee, pero solía ser una de las lectoras más voraces que he conocido. Gracias a ella descubrí la magia de los libros, pues siempre procuró rodearnos a mis hermanos y a mi, de libros, cómics (Condorito me encanta a) enciclopedias y novelas que llenaron mi infancia y adolescencia de doncellas virtuosas, vaqueros, faunos, hadas, héroes, santos y toda esa caterva de seres maravillosos que pululan en la literatura buena y no tanto.

Esa fue mi realidad de niña suburbana "privilegiada". Sin embargo, a pocos kilómetros de mi casa de entonces, vivían y viven mujeres en lugares donde las penurias, las responsabilidades y el sacrificio son el pan nuestro de cada día. Donde la literatura es algo desconocido y no prioritario, donde la necesidad tiene cara de perro y donde las desesperanzas cotidianas llenan las barrigas.

Y una se pregunta ¿porqué? ¿porqué? y no sabe; y simplemente medita ¡carajo! ¡faltan tantas cosas por hacer!.

Cosmopolitan, Vogue y similares, "nos enseñan" ¡JA! como con la ayuda del wonderbra hacemos el milagro de unas tetas superpoderosas. Los manuales de emprendimiento y toda la parafernalia feminista de Steinem y su combo nos hablan de lograr la autosuficiencia económica como via de liberación a las ataduras de género...pero ¿dónde se nos dice que si desde pequeñas no recibimos inyecciones concentradas para elevar la autoestima, si no nos capacitamos para ser algo más que un pedazo de carne de caperucita, sufriremos indefectiblemente las consecuencias de un mundo donde las oportunidades no han sido repartidas equitativamente?.


miércoles, 19 de noviembre de 2008

Estreno

Antes de hoy, siempre escribí cosas que nadie leía y que sólo eran parte de mi consumo personal. La mayoría de las veces, las mismas se perdían en alguna carpeta anónima o eran destruidas en esos esporádicos arranques de correctora y de "arreglalotodo" que con cierta peridiocidad me dan.

Espero que esto sea distinto, probablemente soy ingenua al pensar que más de uno lea mis vainas. No voy a mentir y decir que no me importa. Claro que me importa, si no no escribiría aquí y continuaría escribiendo papelitos sueltos...

Porqué escribí hoy...porque hoy necesito de esa catarsis que brinda la pantalla de esta pc, la misma que suple las hojas blancas antiguas compañeras de mis dudas...

Porqué hoy...porque si, ¿porque no?, porque lei en una nota del facebook de un interesante "ciber amigo" su negativa a dejarse deprimir y eso me llegó porque "coincidencialmente" estoy deprimida. Deprimida y emputada.

A ese "ciber amigo" NADIE, que me dio el impulso de escribir esta vaina que a lo mejor sólo yo y él leemos (porque obviamente es un psicólogo frustrado o un vidajena de primera) le escribí en un arrebato (que ahora visualiso como infantil): "Estoy idénticamente harta de todo y de todos...que se vaya todo el kabrón mundo pal carajo...En el fondo estoy tan emputada que me emputa más estarlo, así que hago causa común contigo y me resisto a dejarme deprimir. Ojo no estoy emputada contigo, pero me da rabia no poder canalizar toda mi ira tan civilizada y positivamente como tu...".

Lo bueno de todo es que al escribirle a NADIE me di cuenta que la emputazón que tenía porque hoy nada me salió bien en el trabajo, porque mis hijos son unos ingratos insensibles y mi marido el máximo exponente del método del avestruz (esconder la cabeza cuando las vainas andan mal) tuvo algo fructífero. No vayan a pensar que se me quitó la emputazón...no que va hay para rato todavía. Lo bueno fue que por fin arranqué con esta vaina del blog, que no se si sea un blog de mierda que no le guste a nadie, pero en fin como hoy ando "con el poncho arrastrando" ME VALE, si le gusta a alguien o no...lo importante es que a mi me gusta.

Bueno, esto tan prosaico es mi estreno en este blog...si alguien más aparte de NADIE lee esto, bienvenido.




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