
Se supone que deberia alinearme a lo establecido,
Se supone que debería pagar por mis errores at infinitum
Se supone que debería pagar por mis errores at infinitum
Se supone que deberia ser feliz….o tratar de serlo
Se supone que debería cumplir a cabalidad mi destino de hembra amansada, que no mansa.
Se supone que no deberia sufrir, gritar o alborotar
Se supone que ya la época de las cosas nuevas e ilusiones se hubiera ido; y que
deberia reprimir mis hambres de emociones y
atragantarme de analgésicos para palear el dolor de no conocer lo desconocido …
Se supone que no debería huir de esta parodia de vida que a veces me abruma por lo incómoda e insípida.
Se supone que no debería estar cansada y que debería quedarme callada;
y ser la cómplice, rémora de lo correcto,
prostituta de las formas, las costumbres y los vacíos…
Se supone, pero no pude.
Lo siento, Padre celestial, pero
el ayer ya se acabó.
Y esa niña insulsa que fui, murió.
Su epitafio no leído
fue cubierto por las hojas del árbol que sus manos sembraron
cuando estupidamente soñaba con plantar árboles, escribir
libros y parir los hijos que un día se irían y la olvidarían.
En su lugar se levantó, de entre los muertos,
una mujer diferente que guardó en su morral
sus versos solitarios;
Que llenó su cantimplora con las lágrimas vertidas,
para beberlas cuando hiciera falta
Y que decidió plantar su bandera y montar su campamento
nómada en cualquier lugar de este espacio ajeno y contrario
a espíritus políticamente correctos y domésticos…
Se supone que debería cumplir a cabalidad mi destino de hembra amansada, que no mansa.
Se supone que no deberia sufrir, gritar o alborotar
Se supone que ya la época de las cosas nuevas e ilusiones se hubiera ido; y que
deberia reprimir mis hambres de emociones y
atragantarme de analgésicos para palear el dolor de no conocer lo desconocido …
Se supone que no debería huir de esta parodia de vida que a veces me abruma por lo incómoda e insípida.
Se supone que no debería estar cansada y que debería quedarme callada;
y ser la cómplice, rémora de lo correcto,
prostituta de las formas, las costumbres y los vacíos…
Se supone, pero no pude.
Lo siento, Padre celestial, pero
el ayer ya se acabó.
Y esa niña insulsa que fui, murió.
Su epitafio no leído
fue cubierto por las hojas del árbol que sus manos sembraron
cuando estupidamente soñaba con plantar árboles, escribir
libros y parir los hijos que un día se irían y la olvidarían.
En su lugar se levantó, de entre los muertos,
una mujer diferente que guardó en su morral
sus versos solitarios;
Que llenó su cantimplora con las lágrimas vertidas,
para beberlas cuando hiciera falta
Y que decidió plantar su bandera y montar su campamento
nómada en cualquier lugar de este espacio ajeno y contrario
a espíritus políticamente correctos y domésticos…

1 comentario:
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