jueves, 4 de febrero de 2010

Amo a un obrero


Amo a un obrero de manos grandes y fuertes,

buenas para recorrerme completa;

y para edificar puentes que llevan al cielo.

De voz calida, melodía perturbadora,

que estremece mis entrañas;

y me renueva entera.


Amo a un obrero,

que es también, poeta, niño ingenuo y trovador enamorado

Que me regala estrellas, flores, canciones;

y me da de beber fuentes de agua viva.

Que siembra junto a mi huertos de esperanza;

Y que recorre, conmigo, senderos de alegría.


Amo a un obrero

Hombre viril, hermoso y arquitecto de delicias,

que me devolvió la fe, la dicha y la cordura.

Ángel de amor, en el sentido cabal de la palabra;

Y que me hace soñar despierta día por día.