lunes, 28 de julio de 2014

De sororidad y chicas malas





Las mujeres debemos ser solidarias unas con otras,  no hacerle el juego al patriarcado que insiste en hacernos creer que hay dos grupos de mujeres,  las chicas buenas y las chicas malas y que en atención a esos estereotipos debemos ser juzgadas o tratadas.  Esa actitud al único que fortalece es al macho misógino,  al sistema canalla que insiste en juzgarnos conforme a patrones de comportamiento propios de la época en que a las "respondonas" nos quemaban por brujas.

En principio,   las mujeres tenemos vagina,  útero, espiritualidad,  inteligencia,   cuerpo.  Somos seres de luz,  pues podemos parir vidas...¿es más mujer o merece más respeto  quien reza el rosario,  pero escupe demonios,  que quien se prostituye por alimentar a los suyos?,  es más digna de respeto la víctima eterna del maltrato,  que quien dice basta y pone fin al mismo (del modo que sea)? ¿quien es más o menos gente:  la maestra, la pintora,  la soldado,  la ama de casa,  la mantenida, la obrera,  la esposa,  la amante?.

Que triste me pongo cuando una mujer lastima verbalmente a otra.  Triste cuando ofende,  se burla y desvalora utilizando epítetos denigrantes y ofensivos contra otra hembra humana igual que ella.  ¿Con qué cara exigimos respeto del varón,  si nosotras mismas hablamos de otra mujer,  en términos de perras,  putas,  zorras, ratas,  etc.?

Por cuestión de orden,  aclaro,  a mi me han dicho gata (gatita linda), leona, tigresa, loba y una que otra vez,  como no,  zorra o perra y hasta cangreja o  pulga y bicha fea cuando ando destrampada por la vida.

Es por eso que el término bitch o cabrona,  no asusta ya;  de hecho,  mucho color no  hay que darle,   pero de que cabrea,  pues cabrea que te atribuyan polvos cobrados (como los de las sexo servidoras), cuando los hiciste por amor al arte.  Y si de tomar partido se trata,  pues definitivamente entre las chicas buenas,  que supongo,  serán algo así como delfinas,  elefantas,  monas,   osas,  iguanas, etc.  y las malas, evidentemente,  perras,  gatas,  zorras,  etc.,  pues con las malas me quedo.

Tan tonta no soy,  pues considerando que según el decir popular,  las chicas buenas van al cielo y las malas a pasear a todos lados, en consecuencia,  mi elección,  es evidente:  MALA Y PERVERSA HASTA EL FIN.

Debo ser sincera y alegar que en mi caso,  no es que sólo priman intereses bondadosos.  Soy heterosexual y soltera,  En consecuencia,  al estar clara en que los machos TAMBIÉN LAS PREFIEREN MALAS,  aunque muchos digan lo contrario,  no me queda otra,  por lo menos ahora,  que aún pudiendo disfrutar de los placeres carnales,   no he decidido entrar en aquello del celibato forzado.

Otro día explicaré a profundidad en que consiste mi ideal de mujer mala.  Hoy baste decir que para mi,   es la mujer que es honesta consigo, liberada,  que sabe lo que quiere,   que da y recibe lo que es justo en diferentes ámbitos y que ante todo no traiciona su naturaleza,  ni sus necesidades.  Es alguien que no finge por quedar bien.  Es alguien que es auténtica,  aunque ello implique escandalizar al ciudadano común y corriente,  a la iglesia y a los patrones sociales y culturales vigentes,  que se inclinan por patrones femeninos cuasi virginales como el de la madre de Dios,  en contraposición con Lilith o la vilipendiada Eva,  la que no creo que fuera tan mala como nos han dicho.  Mala no,  tal vez pendeja,  por dejarse cuentear por la culebra y encima dejar que  Adán le echara la culpa y cargar con ello por toda la eternidad.

Ahora bien,  como no creo en generalizaciones y si a algún macho no le gustan las malas,  pues a mi,  mala archi convencida,  sencillamente, no me interesa un individuo así.

Dejen la hipocresía señores y señoras.     En un macho-machista,  aunque no me guste,  pues lo entiendo,  miles de años de patriarcado criminal,  no se fuman en pipa.   Entre nosotras,  hermanas lobas,  ni de a vainas..

Urge SORORIDAD  hermanas lobas (o zorras o perras).  Urge respeto,  cariño,  comprensión y HASTA compasión,  si es del caso.  URGE SORORIDAD,  por encima de todo,  para el verdadero empoderamiento femenino,  que no se trata de supremacía de la mujer sobre el hombre,  sino del reconocimiento y la reivindicación a los derechos elementales  de las mujeres.

viernes, 6 de junio de 2014

Tufo



Estoy dentro del auto con una amiga en un estacionamiento público, mientras esperamos a alguien por un asunto relacionado con trabajo. Aproximadamente, son las tres de la tarde y un tipo ebrio y maloliente, como si se hubiese echado encima la destilería nacional, nos aborda para vendernos algo que lleva encima.

Como yo no hablo con borrachos, lo ignoré y miré para otro lado. Mi amiga le dice, no queremos nada, gracias. El borracho insiste, introduce la cabeza en el automóvil; y de su boca asquerosa salen efluvios con dejos gástrico-etílicos, capaces de hacer vomitar hasta la bilis. Mi amiga pierde la paciencia, abre la puerta del auto, el tipo se aparta; y mi amiga le pide que nos deje en paz.

El tipo le dice: "dios las va a castigar por malas", mi amiga harta y aturdida por el tufo etílico le dice: yo no creo en dios, piérdete.

Al tipo se le pasa mágicamente la juma, la mira despectivamente de arriba abajo, se pavonea en su miseria, al sentirse superior a nosotras, mujercitas solas, seguro quedadas, para colmo ateas y con ínfulas intelectualoides y le dice: "DESGRACIADAS, dios las va a castigar por malas". Mi amiga me mira, el color rojo se me sube al rostro y las orejas, se me olvida que no hablo con borrachos y cuando estoy a punto de mandarlo para donde la reputa madre que lo parió, mi amiga sonríe dulcemente y le dice, "ok, yo no creo en dios, pero no soy vaga, ni borracha y no doy el culo para regresar a casa".

A mi se me pasa la ira y me da una terrible lástima. 


jueves, 5 de junio de 2014

Abrazando a la nena interior. Primera entrega.

El burro hablando de orejas,  el diablo hablando de Dios,  el depredador natural hablando de ecología,  el insensible-superficial  hablando de pureza y/o paciencia en el corazón,  el falso hablando de claridad,  el mal padre o mala madre,  hablando de amor filial,  el promiscuo o promiscua sexual, hablando honorabilidad,  castidad y santidad corporal y así tantos y tantos supuestos que muestran la bajeza de sentimientos y el triunfo de una moral hipócrita colectiva con la que no me llevo.  Lo bueno,  todas las máscaras caen,  todas verdades salen a la luz y toda mierda flota hasta que se diluye en la nada...

Los golpes nos hacen más fuertes.  Por cada persona que te falló,  que te utilizó,  que te mintió,   hay diez que te demuestran con acciones reales,  cotidianas, vivas,  verdaderas que el ser humano es solidario,  que la vida es hermosa y que es maravilloso vivirla más allá de las realidades virtuales,  las que en mis caso,  sólo permiten un desahogo temporal de rabias,   la oportunidad de adquirir conocimientos,  de liberar palabras y pensamientos presos,  la oportunidad de esparcir un poquito de la partícula del yo individual al inmenso espacio del conocimiento social.  La vida se vive afuera,  como lo plantee en un reciente poema que habla de exorcismos,  liberaciones y vuelos siderales.

Hace días cerré un (otro) capítulo triste,  pero necesario,  con gente, QUE EN PLURAL,   fue importante para mi,  pero que ya no lo es,  por eso de la necesidad de la correspondencia de afectos.  

Ya no quedan cosas inconclusas, por ahí.  Abro caminos nuevos,  soy un ser humano "normal"  con defectos y virtudes,  con sueños,  planes,  expectativas,  con una inmensa capacidad de amar,  de perdonar,  de no guardar rencores eternos,  de dar segundas oportunidades,   pero también con una notable capacidad de sacar de mi vida las cosas y personas nocivas. Si se quiere,  soy egoísta,  al mejor estilo de quien sabe qué tipo de cosas y personas quiere cerca.  He aprendido a fluir,  a soltar lo que no quiero,  lo que no me sirve.

He crecido,  he madurado, he conocido el desamor,  pero también el amor , en sus múltiples facetas:   el bonito-simple-cuasi  infantil,    ese que te llena de cosquillitas ricas, te pone a contar estrellas y a oir musiquita por todos lados,  el sufrido de los deberes conyugales mal entendidos,  el masoquista de la autoestima baja,  el desprendido, que ralla en lo irresponsable,   el legal,  bendecido por leyes humanas e incluso,  uno novedoso (por aquello de la primera vez) pecaminosamente  ilegal,  clandestino y tan fugaz que desde el inicio tenía los dias contados,  pero que de lo valioso,  me dejó robusta la autoestima y las mariposas estomacales alborotadas por la alegría y la esperanza,  pues a partir de ÉL aprendí que no hay amores del todo malos,  que de todos se aprende,   que los amores buenos,  como el suyo,  aunque sean cortitos,  te hacen crecer como persona,  a diferencia de los amores malos que te nulifican.

Lo más importante,  he amado, he dejado de hacerlo cuando ha sido necesario  y no me he quedado con las ganas.

No me aferro a ídolos,  dioses,  amores,  personas,  causas,  proyectos,  como respaldo a una vida vacía,  carente de significado,  no en vano tengo más de cuarenta años,  las espinas han desgarrado superficialidades epidérmicas,  pero no han tocado órganos vitales.

Para  desgracia de quienes hoy,  producto de traicionar lealtades,  de no poderle hacer frente a inseguridades propias,   les molesta la  libertad de mi espíritu,  hoy se les desbordan las justificaciones para malquererme, fingen una bondad que les queda grande,   se asustan con mi descaro,  me tiran cáscaras de guineo para que me resbale y pretenden enlodar mi ego,  yo soy de esa gente terca como la puta madre,  yo soy de esa gente que vivo mi vida como mejor me place, no como se supone que deba hacerlo, soy de las que no me inclino a besar traseros por conveniencia,  soy de la gente que avanzo y que NUNCA ME RINDO.

martes, 3 de junio de 2014

...dios, ESTÉS AHÍ O NO, esto es contigo.


Podrán decir lo que quieran de la proliferación de ateos,  agnósticos,  libertarios,  libre pensadores o como quiera que se le llame a los que no siguen los lineamientos impuestos por religiones del tipo que sea,  de los que dudan de todo (como yo)  o los que niegan categóricamente la existencia de ser supremo alguno...

Podrán decir que el fin de los tiempos está cerca,   que somos una lacra social y que bien merecidas tenemos las tristezas cotidianas.

PERO,  según he observado,   una cosa sí es cierta,  para mí:  LAS RELACIONES PÚBLICAS DE TODOS LOS CREDOS y religiones,  están haciendo un excelente trabajo de bombardeo psicológico de amedrentamiento,  amansamiento y convencimiento,  a través de diferentes frentes y maneras.  La mayoría de la humanidad vive llena de miedos,  culpas y arrastra tantas vergüenzas,  que una puede entender que la masa necesita aferrarse a algo que la libere de sus falencias,  de sus carencias y culpas ... A MI ESO NO ME GUSTA,  pero lo entiendo,  pues en cierta forma,  en alguna época de mi vida,  me resultó más fácil,  agachar la cabeza y resignarme.

HOY POR HOY,  mientras más trato al prójimo,  menos me interesa formar parte de clubes de dogma;  y aunque respeto y quiero a muchos de los que reparten bondad y correcto actuar,  independientemente de profesar O NO un credo,  he entendido y aceptado que para hacer lo correcto,  lo que menos importa es decir a los cuatro vientos,  cuanto se ama,  se respeta,  se venera o se humilla un ser humano ante un dios (el que sea).

Hay gente que históricamente en nombre de la religión y el amor a un dios ha cometido terribles crímenes. En la actualidad conozco gente que crucifijo en mano,  foto del papa en la entrada de su casa,  calcomanía de "pescaíto" y/o rosario en el carro tiene el corazón más malvado que pueda imaginarse,  conozco a uno o dos desleales,  que nos pretenden dan lecciones de moral y correcto actuar social,  pero que con su familia y vida,  suelen ser los más despiadados seres humanos,  verdaderos lobos del hombre.    HAY GENTE CON LA QUE NO DESEO encontrarme  después de la muerte,  y aquí entiendo y justifico desde todo punto de vista a Atahualpa,  cuando al ser torturado y luego interrogado por  Francisco de Pizarro le dijeron que si se arrepentía y se hacía católico,  al morir iría al cielo... ATAHUALPA,  lógicamente dijo que prefería el infierno.

NO sé sí frente a la muerte algún día me arrepienta de mis incredulidades,  excentricidades, desmanes cotidianos,  pensamientos pecaminosos  y tantas dudas,  no sé si al final vea una luz al final del túnel,
diferente a un tren que se avalance hacia mí,  como no sé si mañana,  los extraterrestres vendrán a carnavalear con nosotros,  los agujeros de ozono se cierren,  los curas pedófilos sean castigados por la justicia terrenal,  los homosexuales se puedan casar,  quienes lapidan mujeres basado en Códigos absurdos de un Derecho canónico hijo de puta y cabrón, sean castrados para vilipendio personal y satisfacción de todas las mujeres vejadas de este mundo,   no sé si Panamá se convierta en el futuro en potencia o vaya a un mundial de fútbol,  etc. etc. ... no lo sé ...  lo que sí es cierto, para mí,  es que la noción judeo-cristiana de un ser omnipotente que necesita de mi humillación,  prostración y que me garantiza que ante el arrepentimiento sincero,  HAGA LO QUE HAGA,  COMETA EL PEOR DE LOS PECADOS,  ACTUE,  COMO ACTUE,  me garantizará el perdón y una vida eterna,  cada vez me provoca más asco.

..."a dios rezando y al bobo explotando",  no va conmigo ...y no pido perdón por ello.

martes, 20 de mayo de 2014

Requiem


Por suerte o por que no,
o porque así son las cosas desde siempre, 
llega el  momento en que la ira ancestral,
básica e inconsciente  que subyace en nuestra
esencia se quiebra.

Resulta que sin entender la mecánica regenerativa del ser,
ni tener que invertir el curso de los ríos,
se vuelve  al reino elemental,
de la madre tierra,
de la luz de la luna,
de la brisa
o de los cielos naranja,  lavanda o rosa,
según corresponda.

Se vuelve al cotilleo con los compinches, 
a los deberes familiares,
a colaborar con las causas nobles de la vida,
a destrabar  aldabas que cerraban pesadas puertas, 
cuyos chirridos y oxidados goznes,
despertaron de nuevo
ansias andariegas dormidas.

Es entonces cuando guardamos la piel de meretriz,
la capa de caperucita,
los dientes postizos de la abuela,
y el rifle del cazador
en el baúl de los sueños cumplidos.

Y ser  madre del futuro de la patria,
buenas y liberadas mujeres  risueñas, 
no circunspectas, ni elegantes damas  de moral intachable,
más bien, sencillas ciudadanas útiles,  
con trajes de obreras,
ejemplos  gloriosos para las nuevas generaciones,  
o  cualquier otra cosa realmente digna,  que justifique  el perímetro
ocupado por nuestra corpórea realidad
se vuelve de rigor

Pero eso sólo pasa cuando
dejamos de llorar por dentro,
De sufrir por dentro,
De morir por dentro, 
De sentir lástima de nosotras mismas e
inventar excusas  para justificar  la pereza
o la tristeza
o la ternura
que neciamente insistía en llenarlo todo,
que lo llenaba todo,
que lo ahogaba todo.

Afuera está el aquelarre purificador esperándonos,
Afuera no hay molinos de melancolía
ni hay vientos malsanos,
que retengan nuestro andar.
Afuera está  todo,
lo que quiero y lo que no
Afuera está todo, 
lo correcto o lo incorrecto.

Quién diablos sabe que hay afuera?

Afuera está lo que no espera, 
ni se espera,
lo que se deduce y lo que no.

Lo que asusta aún,  es que todas esas cosas,
sólo pasan afuera,
afuera.

Porque afuera,  todo  pasa,  
la muerte,
el frío,
el hambre
y esta sed de cosas ignotas,  que me roba el sueño
pero afuera también
está la vida,
el sol
las ganas por las que volví a colgar en mi cuello mariposas de esperanza,
talismanes de la buena suerte, 
que ya no son azules,  sino ocre.

Por eso afuera,
sin mezquindades,
sin odios antiguos,
sin esperar nada a cambio,
sólo el milagro de la lluvia purificadora que  lave nuestros pecados,
mi alma renacerá  pura, liberada y simple
y entonará un réquiem por mi ser antiguo
Y también por ti.


















lunes, 24 de febrero de 2014

Recordando a Antonio Machado





Hace poco se conmemoró un aniversario más de la muerte de uno de mis poetas favoritos:  Antonio Machado.  Al enterarme,  por supuesto que me puse a escuchar (por millonésima vez)  "Cantares" de Serrat y  me he puesto a repasar poemas viejos.  Viejos y raros algunos,  según mi visión actual de las cosas.

Hace varios meses que no leía  poemas  de poetas de verdad.  Pendejamente me estaba sumergiendo en la mediocridad de lo cotidiano y creo que por eso,  se me hicieron extraños  versos ya conocidos.  

Me costó un poco disfrutar la metáfora de algunos con los que antes me identificaba:

“te busqué en tu sueño, 
y allí te vi vagando en un borroso
 laberinto de espejos”.

Seguro que me costó.

 Por ahí leí que Machado no es un poeta fácil, y traté de consolarme con eso.  Sin embargo,   por algo que aún no entiendo, a Machado,  lo he visto,  desde que lo descubrí,   como un compinche,  cómplice de soledades,  de las noches de insomnio.  Y bastó que releyera el versillo que a continuación transcribo,  para recordar por qué es tan especial para mi:

"Algunos desesperados
sólo se curan con soga;
otros con siete palabras:
la fe se ha puesto de moda".

Para mi,  ese verso en particular,  es un desafío tremendo a la doble moral,  sobre todo,  si consideramos la época de su escritura.  Creo que ese verso tan simple,  tan cierto,  tan duro,  fue de los que me enamoraron.  Me enamoraron porque al volverlo a leer,  sentí que yo estaba por encima de lo planteado.  Me hizo sentir como una sobreviviente:  Yo,  ni me cuelgo de un árbol,  para detener los sufrimientos de una vida que a veces,  de lo jodida,  duele;    ni tampoco me arropo en rosarios,  buscando expiaciones de culpas.

Mis exorcismos,  los manejo desde el inicio de los tiempos,  a mi manera y eso es algo de lo cual me enorgullezco.

Tal y como hago yo cada vez que quiero saber más sobre algo, ahí les dejo el enlace de wikipedia:

 http://es.wikipedia.org/wiki/Antonio_Machado


jueves, 20 de febrero de 2014

Poca Paciencia

Soy de tener poca paciencia.  Supongo que más que una virtud,   es un defecto.  Estoy segura que por esa falta de paciencia me pierdo un gran número de acontecimientos importantes,  motivos de dicha  o de desenlaces felices.


Como soy consciente de que debo tener más paciencia,    programo ejercicios que me ayuden a fortalecer esa capacidad de tolerar que las cosas no dependen  de mi voluntad individual. 


Por eso hago cosas sencillas e intrascendentes  que me permiten ejercitar el arte de la paciencia,  como ver la “santa misa en la tele” uno  que otro domingo ,  respirar hasta diez antes de mandar para la mismísima m… a quien me hace una maldad automovilística o tratar de aprender a tocar guitarra de manera autodidacta a punta de vídeos de youtube.

Por eso también hago cosas lindas y gratificantes,  como dejar secar semillas de guandú,  desgranarlas,  sembrarlas,  regarlas,  observar el  instante en que el tallo se desarropa de su manto terrenal y asciende erecto a buscar las bondades de la vida sobre la litósfera;  y así,  luego del regado,  abonado,  hasta el proceso cumbre de cosecha,  cocinar arroz con guandú,  deleitar mi olfato con su maravilloso olor y finalmente deglutir el fruto de mi esfuerzo,  para deleite de mis papilas gustativas.   También,  a veces leo libros que a primera vista me parecen aburridos, con el sólo fin de pacientemente llegar al final.  Esto último a veces es logrado,  otras veces,  la impaciencia del aburrimiento, hacen que deje el libro a medio palo y busque otro.  Como todo ejercicio práctico,  a veces las cosas no resultan.

Siembro plantas,  leo libros,  no insulto tanto,  veo programas que no me gustan para tratar de aprender cosas que le interesan a mi prójimo,  trato de desarrollar un arte,  juego cosas raras,  como mecanismos de vencer mi impaciencia y siendo  objetivos,  he descubierto que en esas cosas,  tiendo a ser bastante paciente.

La situación cambia,   cuando se trata de interactuar con humanos.  Y ahí si estoy segura que cada vez tengo menos paciencia.  En el camino,  me volví experta en el arte de sacudir de mi vida a gente que me hace sufrir o que me molesta.  Y tal vez eso podría considerarse muy bueno,  porque evita que me envuelva en relaciones tóxicas,  aunque es posible que por impaciente también pierda oportunidades invaluables de compartir con gente maravillosa,  en diferente forma a lo que estoy acostumbrada.

A final de cuentas,  el corazón me pide ser paciente,  pero a ese no quiero hacerle caso,  porque a través de los años descubrí que esos quereres míos son irresponsables,  lo que implica que debo  pedir la interdicción judicial por incompetente y bruto  para mi corazón.  Pero la razón también  me dice que debo ser más paciente.   A esa le voy a hacer caso.  No muy convencida,  porque siento que pocas veces corazón y cerebro logran una complicidad sospechosa,  en cuyo caso tocará pedir la interdicción judicial total para mí.

Voy a ceder,  contra ese deseo de mandar todo para el diablo y empezar de nuevo.  Lo haré por el convencimiento de que la madurez implica disciplina y parte de la disciplina consiste en no formar berrinches cuando las cosas no son como yo quiero que sean.


“Crezco,  soy feliz,  TOMO EL CONTROL.  Me amo más que a nada en el mundo.  Cada nuevo día es un  aprendizaje.” (nueva mantra)

martes, 18 de febrero de 2014

Bailar como loca


Bailar como loca, a solas: sudando la gota gorda mientras meneo mi gran trasero, herencia de algún gen africano despistado pero latente, para suerte mía, evidentemente presente en mi árbol genealógico.
Bailo, al ritmo de grease, flashdance, footlose o my sharona, brincando feliz recordando los saraos de la rebeldía despreocupada de la secundaria o las coladas en la discoteca, cuando no le exigian a una, cédula para demostrar una mayoría de edad inexistente.

Bailo, para quemar calorías, para soltar los músculos, hacerle gestos vulgares, provocativos y poco castos, a la imagen del espejo, sentir el placer de ser por un instante, la sensual vedette de mis sueños no cumplidos.

Bailo y me río de mi misma, de la flacidez, de la celulitis, de las tetas caídas, pero no vencidas y de los cuasi cuadritos abdominales, invisibles todavía, los que, en mis sueños de opio recreo para gloria futura de una utópica y poco probable barriga plana.

Bailo y quedo con las piernas de trapo, la cara roja y el peinado deshecho, pero aún así, quedo con mi autoestima a millón y la sonrisa de niña en pascuas pintada en el rostro por horas.
Bailo, para espanto de mis vecinos, alegría de mis hijos y tranquilidad de mi alma.

Sin duda alguna, bailar como loca, a solas: otra cosa genial, descubierta después de los cuarentas, que se aprende a disfrutar sin el más mínimo pudor o cargo de conciencia cuando -¡por fin! - empezamos a no pedir permiso para ser nosotras mismas, hacer lo que el cuerpo nos pide y decidir hacer lo que nos da la regalada gana.




miércoles, 15 de enero de 2014

Reflexiones de una abogada-poeta: Paz conyugal


Por:  Anayansi Acevedo González.

No puede supeditarse la felicidad propia a la de nadie en particular, la felicidad es un asunto individual.  Para mi en particular,  la felicidad se basa en dos cosas:  la primera cumplir nuestras metas y la segunda,  en tener paz.

Para lograr ambas cosas,  hay que atreverse,  decidirse,  disciplinarse,  mentalizarse  Es usar cualquier verbo imperativo que nos obligue a enfocarnos en esas dos cosas.  Sea que vivamos solos o acompañados.

Amo, cuando veo amar a otros,   amo ver gente que es feliz al lado de la pareja que aman,  respetan y con quien comparten sueños,  metas y vida en común,  gente que, muchas veces,  a pesar de limitaciones del tipo que sea,  han podido hacer del hogar conyugal un refugio de paz,  donde el amor,  la solidaridad y el respeto reinan.

Sufro,  cuando veo sufrir a otros,  ver parejas hablarse a gritos en un tribunal,  amarrados en una maraña de reclamos,  odios antiguos, chantajes emocionales,   infidelidad e intolerancia,  no es agradable,  sobre todo, porque uno ha experimentado en carne propia muchas de esas cosas.

Sufro cuando redacto regímenes de visitas,  solicitudes de guarda y crianza,  acuerdos de divorcio,pensiones alimenticias  etc.

Para alguien que escribe poesía,  pero que está en el negocio del Derecho,  el Derecho de Familia no es fácil,  pero uno lo hace.  Es el trabajo de uno,  el que incluso le gusta,  a pesar de no ser el mejor retribuido económicamente;  uno se esfuerza por hacerlo bien,  por cumplir con el cliente,  sin traicionar la conciencia.  Y aunque a veces trata de hacer docencia,  de invitar a la pareja a terapias especializadas,  la mayoría no le hace caso a uno,  aunque,  por experiencia propia,  el abogado serio y preocupado por hacer bien su trabajo,  sabe que es vital,  para la recuperación plena del cuerpo y del alma.

Pero igual, se trabaja fuerte y se cobra lo que tiene que cobrar; y aunque uno no quiera,  siempre se involucra,  siempre está el cliente que te llama en la madrugada llorando,  preocupado, molesto por un incidente en particular o la ex pareja del cliente que te hostiga;  y muchas veces,  hasta el abogado,  que no toca un pito en el asunto,   se busca enemigos gratuitos.

…y la vida sigue....

Y es preferible que siga,  me digo,  sin un mínimo de cargo de conciencia por eltrabajo hecho o por los sentimientos involucrados.  Que siga con cada quien por su lado,  con los hijos asistiendo a terapias y con las cuentas claras en materia de bienes, cuotas alimenticias,  regímenes devisitas,  bien definidas.

...que siga la vida…

…que siga,   pero que siga en paz y con tranquilidad… 

martes, 14 de enero de 2014

Rabia vital



Heme acá como en pretérito
 testarudez e indecisión intrínsecas
Esa necesidad crónica de solazarse en la pena
De adelantarse a las consecuencias
De los actos propios y ajenos.

Heme acá como en pretérito
Con esa vocación eterna de sufrir por todo.
Por el peso de lo que hice o no,
Por los espacios blancos de la bitácora,
O la no definición de hitos.


Heme acá como en pretérito
Autocompasión a cuestas.
agruras,  imprecisiones,  desvelos
delirios de grandeza
que eventualmente superan las tristezas cotidianas.

Heme acá como en pretérito, 
Siempre,  costilla esencial, 
Siempre  oveja en redil,
Siempre la piel del lobo.
Siempre la duda asesina,

Siempre la rabia vital.