lunes, 14 de septiembre de 2009

Resaca





Hay días en los que es tan difícil ser. Apenas se abren los ojos; y allí está: la cortina desteñida de la ventana. Nada tiene que ver con que sea lunes, martes, miércoles o domingo…Ni tampoco con que la soledad y el chadornay últimamente se hayan vuelto mis inseparables compinches.


Definitivamente que hay días en los que es tan difícil ser. Se miran las noticias y no se encuentra nada que valga la pena…nada original, lo mismo de siempre: balaceras, contaminación, corrupción, incesto, necrofilia, violencia e intolerancia…Todo pierde el sentido lógico. Tal parece que los malos terminan siempre ganando. Tal parece que los buenos están a punto de extinguirse.


La única certeza es el aumento inexorable de los que nada les importa: el niño mimado, el hombre masa…¡ese si que pulula “feliz” en la ignorancia!


Hay días en los que es tan difícil ser. Una escucha la radio y con rabia descubre que los, otrora himnos de amor, cantos de rebeldía. Hitos que marcaron épocas; que derrumbaron muros, criticaron sistemas educativos, ahora son sólo canciones viejas…clásicos. Mueran Pink Floyd, El Che y la Plaza Tian´anmen.

La consigna es venta. Cumplir la cuota de consumo. No apartarse de la línea base. Poco importa el arte, las flores, los colores, ¿imaginación? ¿eso con qué se come?. Hay que seguir rotando los engranajes. Desempeñar a cabalidad su estatus alfa, beta, gamma o épsilon. Desde que el mundo es mundo, así es ¿porqué habría de ser diferente?.


El mismo cielo, el mismo mar…el mismo gato interesado, que sólo me ama porque le alimento… la misma taza de café, con su mancha perpetua de lápiz labial. La zona del Canal de Ascanio y Polidoro, que sólo revirtió a los millonarios de mi patria. Los mismos libros, las mismas leyes, la misma cara estúpida y ojerosa reflejada en el espejo del botiquín del baño.


A veces es necesario que definitivamente una siga durmiendo hasta darle la vuelta al reloj y despertarse, fresca, radiante y feliz, al otro día, para que esta presencia extraña y criticona, no atormente a los otros, ¡a los cuerdos!. Eso sí, por supuesto, se sobreentiende, que también, habría que despertarse con el mágico prisma de la perpetua imbécil en la mirada, ese que transforma la realidad, que le permite al mundo y a una misma creer que se VIVE, que se SIENTE, que se ES algo diferente o especial.

3 comentarios:

abril en paris dijo...

Hay dias en que apenas una siente que sobrevive...dias resacosos o confusos, llenos de inseguridad.
pero solo es eso..el dolor, el aparente vacio..y amanece de nuevo
y luego sale el sol..la vida te sonrie de nuevo.
¡ Animo amiga !
Bss.

Anónimo dijo...

Por eso es tan increíble el mundo que hay en cada cabeza,
Y dentro de ese mundo… Un universo…
Muchos son movidos por la masa, lo que imponen con modas…
Pero me alegra que sigan existiendo personas como tú…
Compartimos ideas…
¡Paz!
David.

Anayansi Acevedo dijo...

Gracias...