sábado, 22 de noviembre de 2008

Manifiesto de felicidad


Soy feliz, soy un hombre feliz y quiero que me perdonen, por este día los muertos de mi
felicidad...

(Silvio)



Soy feliz por todos y por nadie
por el poema matutino
y por la certeza incuestionable de tus besos.
Soy feliz por las gotas del rocío de la primera flor del rosal amarillo, que mi mano sembró.
Soy feliz por la lluvia purificadora de tristezas.
Por el niño, la sonrisa, por esta noche de quimeras
y por el gatito abandonado que mi hijo salvó.
Soy feliz por Silvio, por Serrat y por Sabina
y por las canciones que llenan mi alma de ganas y de versos.
Soy feliz por los colores de un Pablo de la celeste Argentina
y por todos los caminos que aun me faltan por recorrer.
Soy feliz por tu voz, y tu cabeza en mi almohada
y por el milagro del amor que finalmente se quedó.
Soy feliz ¡ soy tan feliz de contar tantas bendiciones.
Soy feliz...
Y si mañana no soy feliz:
¡En este manifiesto irrevocable!,
ante dioses y hombres establezco
que cada vez que llore y caiga:
secaré mis lagrimas, respiraré profundo y me levantaré.

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