miércoles, 12 de mayo de 2010

¿Hasta cuándo?...!!!!


Mauricio tiene 19 años, es alegre, "vacilador", bromista, bilingue, trabajador, un poco desordenado, como la mayoría de los chicos a esa edad, impulsivo, guitarrista, cantante, inteligente, despierto, culto, con millones de ideales e ilusiones...revolucionario, ¿cómo no serlo, si es tan joven?. Mauricio es fotógrafo de profesión, reportero gráfico, según su contrato de trabajo y es un apasionado en ese arte. Mauricio es mi segundo hijo.

A Mauricio le gusta el arte, las fiestas, su carro, la nova trova, el rock, la música de Rubén Blades. Mauricio es un comelón de primera. Le tiene miedo a los insectos y a las lagartijas. A Mauricio le gustan las muchachas lindas; pero sobre todas las cosas a Mauricio le encanta TOMAR FOTOS.

Mauricio toma fotos SIEMPRE: por placer, porque le gusta, porque vive de ello, porque es un artista. Mauricio toma fotos SIEMPRE.

Mauricio toma fotos a TODO lo que puede: a las flores, a los muertos, a los fuegos artificiales, a la luna, a su madre, a sus hermanos, a sus amigos, a los animales, a las cosas raras de la vida, a las cosas cotidianas de la vida, a las miss "algo", a Juan Carlos Navarro, a Irving Saladino, a Martinelli, a Balbina Herrera, a Juan Carlos Varela, a los Ministros, a la Procuradora Ana Matilde, al Procurador encargado Bossini, a Sandra Sandoval, a Ulpiano, a Metallica, a Guns and Roses, a Juanes, a Juan Gabriel, etc..etc...y 10 millones de excéteras. Mauricio le toma fotos a TODO.

Mauricio a su corta edad, a tomado fotos al Presidente de Colombia, a varios Presidentes Panameños. Ha trabajado para La Prensa, para Revista K, para Panama Post y ahora es reportero gráfico del Diario Panamá América. Las fotos de Mauricio son cotidianamente portada del medio escrito donde trabaja, igual que también fueron portada de dos libros patrocinados por la ONUD, un organismo de las Naciones Unidas que combate el delito. Mauricio toma fotos para bodas, quinceaños, fiestas y todos los conciertos que puede. Mauricio cubre manifestaciones, protestas, levantamientos de cadáveres. Mauricio NO ES UN IMPROVISADO FOTOGRAFO DE PACOTILLA, que, en estado de ebriedad, pretendía meter a la fuerza a dos mujeres a un baile típico.

Este sábado 8 de mayo, Mauricio cubría una asignación de su periódico. Posiblemente tomó una foto que no le gustó a alguien, fue amenazado. A la salida del evento fue interceptado por miembros de la Policía Nacional. Fue humillado, privado de su libertad, sin motivo legal alguno, ultrajado física y emocionalmente por dos personas: un miembro de la Policía Nacional (mientras el otro observaba, divertidísimo, como mi hijo era apaleado como una piñata) y un individuo de la seguridad del evento (sea de la empresa organizadora o del Centro de Convenciones).

Desde ese día, la vida de Mauricio; y tal vez la del resto de sus familiares cambió.

Ya Mauricio, fue atendido en medicatura forense. Los golpes físicos están claramente visibles. Moretones en brazos, pechos y el oido izquierdo con una visible huella del "cariño tranquilizador" de sus agresores, el cual todavía sangra al mínimo descuido. Las secuelas psicológicas, recien empiezan. Mauricio no duerme bien desde ese día, tiene pesadillas constantes, dolores de cabeza y miedo, entre otras bellezas cariñosamente tranquilizadoras, según un alto personero de este gobierno de dementes, al decir de ellos mismos.

Los medios de comunicación nacionales e internacionales en general, amigos, conocidos y desconocidos han sido solidarios. Las acciones legales iniciales ya se interpusieron, sin embargo, como abogada de profesión y de corazón que soy, sé que el viacrucis recien empieza.

La finalidad principal de esta nota, aparte de desahogar un poquito, la rabia e impotencia que me embarga como madre, como abogada y como persona enamorada hasta la médula de su ser de la libertad de expresión (que no del libertinaje), radica en hacer un llamado de atención a todos, sin distinción. Hoy es Mauricio, mi hijo, un humilde fotógrafo el agredido, el injuriado, el humillado; mañana puede ser cualquiera...pareciera que en Panamá, se viven momentos en que quienes manejan su cuota de poder, lo hacen erróneamente. Ojalá ellos recuerden que aunque la justicia divina es efectiva, ésta a veces tarda, PERO SIEMPRE LLEGA; sin embargo, señores, recuerden que quien suscribe, Anayansi Acevedo González, cédula 8-316-409, y muchos como yo ESTAREMOS VIGILANTES para que la justicia terrenal TAMBIEN SE CUMPLA, no sólo para Mauricio Valenzuela Acevedo, mi hijo, sinó para todos

2 comentarios:

Polito dijo...

Sólo sé, que cuando mauricio se acerque a mí con su cámara fotográfica, correré aterrorizado, gritando, ahullando improperios, tumbando a todo el que se me ponga al frente, y pidiendo ayuda internacional a todos las organizaciones de ayuda a los necesitado de ayuda deseperada. Porque a lo mejor, la imagen que tome pueda describir mis verdaderas intenciones, aunque no sé cuáles sean, si estando tranquilo y apacible, muestre algo que no se ve y Mauricio sí pueda verlo con su lente celestial.

Anayansi Acevedo dijo...

Sí...seremos dos los que huiremos despavoridos...la cámara de Mauricio retrata secretos...la cámara de Mauricio retrata el alma...y tal vez ellos tenían miedo de que el resto de los mortales nos enteráramos que ellos no la tienen ...un beso.