lunes, 26 de marzo de 2012

Ave fénix


 
...y resulta
que después del moco
y la lágrima salada o amarga
que formaron transparente filigrana
en la soledad nocturnalmente etílica...
de los tiempos.

…y después de tanto 
no saber qué hacer con las  horas muertas...
ocurre:  que el día menos pensado, 
te despiertas, 
sin esa “apretazón” consuetudinaria en el pecho, 
que  matutinamente, 
 de lo jodida que resultaba, 
a veces,  
ni respirar bien te dejaba… 

…y la rajadura la pared
que perpendicularmente,  queda al lado de tu cama, 
ya no te parece un defecto estructural, 
sino la divertida forma inspiradora
de un dibujo irreverente.

Entonces y sólo entonces, 
por fin entiendes
El milagro de lázaro.

1 comentario:

vico dijo...

oye..me gustó mucho!
y ya sabés que si digo que me gustó mucho es porque ME GUSTO MUCHO! :=)