lunes, 15 de junio de 2009

Carta a mamá


Habría querido recorrer el mundo contigo,
hacerte confidente de mis travesuras, de mis logros
y poder reir o llorar contigo, sin la verguenza o la culpa, ahogándolo todo.

Habría querido contarte de mis sueños inconclusos y que me dieras el empujón para que dejaran de serlo, de la primera vez en tantas cosas
y de los desencantos de algunos descubrimientos.

Habría querido escucharte decir que me amabas, aunque, como tu, yo también prefiero el "hacer" al "decir"; y conste, que no dudo que tu me amaras alguna vez; tanto o quizás más, de lo que yo te pude haber amado.

Habría querido, por siempre tu abrazo firme y tu fortaleza inquebrantable,
¡eran tan necesarios!, que no entiendo cómo, ni porqué,
¡tu, que lo sabías todo!, no entendistes eso nunca.

Habría querido oirte cantar dichosa, tu voz, por si no lo sabes, a veces era tan dulce;
saber de las bobadas que te hacían sonreir cuando eras una niña sin zapatos;
revivir los colores de tus mañanas y los besos que te quemaron el alma en la juventud

Habría querido que fueramos amigas, cómplices y todas esas cosas,
como el sol y el trigal; como el aguacero y el campo,
habría querido tantas cosas que no pudieron ser.
Porque tu sólo fuistes mi madre.

2 comentarios:

abril en paris dijo...

Nos cuesta mucho entender, en la mayoria de los casos , por qué la persona más cercana a nosotros no parece entendernos..absorta en otros
quehaceres...
Solo cuando el tiempo y la edad nos
permite ver a nuestra madre como una mujer con sus defectos y virtudes
con sus miedos, ilusiones rotas, o no, con su lucha por ser ella misma
al mismo tiempo de que nos cuida , nos ama y arropa como nosotras mismas
intentamos llegar a ser con nuestros hijos..es cuando podemos
" perdonar " esas " ausencias ",
ese alejamiento emocional, si es que fué asi como nosotros lo percibimos..

Te deseo lo mejor.
Bss.

Anayansi Acevedo dijo...

Gracias...con los años uno aprende tantas cosas.

Y precisamente una de ellas es lo dificil que resulta ser madre e hija a un mismo tiempo.

Por un lado uno quiere seguir evaluando y/o viviendo la vida como la vivíamos o la veíamos cuando éramos jóvenes sin mayores responsabilidades, por el otro, la razón y la experiencia nos hace comprender que la vida no es color de rosas. Seguro mamá lo descubrió también en su momento y "a su manera" intentó que mis hermanos y yo lo entendiéramos, tal y como trato "a mi manera" de que mis hijos hoy lo comprendan.

Gracias de nuevo, tus palabras siempre aciertan y son como un reconfortante bálsamo. Abrazos, Ana.