
Le heredé el color de los ojos, la
sensibilidad al sol de mi pendeja piel caucásica, mi estatura promedio, un
montón de rasgos genéticos y una predisposición natural al desorden y la
indisciplina contra la cual lucho, pero que va, la cabrona es un hueso duro de
roer.
Sin duda mi viejo y yo somos muy parecidos en lo físico,
adicional a ello, en el camino le copié algunas mañas: el amor al trabajo, a la
lectura (antes él leía mucho, aunque en el camino, con el uso de anteojos, se
me volvió vago el don), al amor a la naturaleza (lo fastidio diciéndole que es
el único santeño que no nació con un hacha bajo el hombro. Mi papá, se toma
realmente en serio eso de cuidar el entorno natural. El cuida de sus iguanas,
sus pájaros, sus conejos pintados, sus perros, tal vez mejor de los que cuidóa
sus hijos chicos). También le copié el ateismo (aunque en el camino él se
suavizó a un agnosticismo relax del tipo "cree en lo que quieras después
que no me jodas" y yo me radicalicé a uno del tipo "me vale cebo si
está o no el dios que sea, para mi, "ese señor" ni suma ni
resta").
Mi papá también fue el primer comunista que conocí, aunque
en el camino de las ideologías, también ocurrieron notables transformaciones,
que no hacen que yo le quiera y le respete menos.
¡ Mi "apá" es un tipazo !!!...no sólo porque yo lo
diga, sino que es así. Poco regaña y refunfuña, prefiere hacerse de la vista
gorda y no meterse dónde no lo llaman.
Mi "apá" es fuerte, como un árbol de guayacán,
poco se enferma.
Mi "apá" es feliz y generoso. Como sus hijos, él
maduró en el camino y hoy vive su vejez de una manera elegante y sobria. Me
gustaría mucho que la mía se pareciera a la suya. Aunque lo veo difícil, porque
él no es cascarrabias y yo sí.
Hoy cumple el viejo mío, 72 años. El anda todo
"fachon" celebrando en Playa Bonita y sólo crucé un par de palabras
por teléfono con él hoy temprano. Me alegra cuando deja el sofoco por el
trabajo y se relaja. Creo que es lo justo, pues de ser un chicuelo descalso de
Guararé, que a los 10 años ordeñaba vacas ajenas para ayudar en casa y educarse
prácticamente por sí solo, al señor que es hoy, hay un mundo de diferencia.
Hoy cumple años mi viejo y yo no tengo a quien agradecerle
el hecho de que está vivo y está conmigo, mala vaina resulta, a veces el ser
ateo, pero no importa, mi viejo está con nosotros, hoy soy feliz por él, por
mis hermanos y por mi; y eso es lo que importa.
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