Oir la música de Yann Tiersen una y otra vez…llorar,
escribir, respirar, tomar agua, contar los segundos, los minutos, las horas…escuchar las ranas
afuera…salir, caminar por tu barrio
vacio, mirar el cielo, buscar estrellas…contarlas…desear un
cigarrillo, encender un cigarrillo, fumar…recordar que tú no fumas…y dices al carajo!!!!…sonreir pues te das cuenta que compraste una caja de
cigarros y no te acuerdas cuándo, ni
dónde y empiezas a fumar …con el deseo de quemarte los pulmones, quemarte por dentro, quemarte el ser...y vuelta el ciclo:
música, llanto, letras,
aire, agua, conciencia, el tiempo pasando, la música nocturnal, el cielo…humo…desear con todo tu corazón que
ocurra un milagro
…y no sabes si estás ante un milagro, ahora mismo,
ante una prueba irrefutable de la presencia del Dios tuyo o una broma
macabra del destino….y quieres ser de nuevo niña…y deseas que papá te abrace y
que mamá te enseñe a rezar un rosario…y mueres porque los milagros sí existan…y
eres capaz de vender tu alma al diablo por un maldito milagro…por el maldito milagro de la
dulzura…por el maldito milagro de la risa…por el maldito milagro de la vida…que
vida es lo que quieres…que esto que tienes ahora es cualquier cosa, menos eso.
Haber perdido la vergüenza,
el cinismo…dar vueltas en círculo…chocar una y otra vez con la pared del
laberinto…y volver a escuchar las veinte pistas de Tiersen…y volver a llorar
y a reir a la vez con cada una de las notas del acordeón de “la valse des vieux
os”…y sentir que aunque no quieras…la joda del milagro no te deja en paz…y quieres
con todo tu ser que el milagro se materialice …y ya no te importa nada más que
una felicidad que no es la tuya…de ese alguien que aunque no esté contigo, que aunque tú para él ya no cuentes, sigue siéndolo todo…y ya no te importa recibir más que
migajas de cariño…y entiendes por fin
que estás dispuesta a sacrificar todo por esa felicidad ajena…y estás dispuesta
a todo con tal de quitarte los zapatos y bailar con él bajo la lluvia “la valse
des vieux os”…y piensas que no existe una melodía más hermosa que esa…y ries …y
lloras…y te das cuenta que te llega la paz…y que …y como Amelie entiendes por fin la razón por la
que estás en el planeta…y te quedas quieta…vuelves a la cama, te desnudas , sonries y esta noche, no tienes miedo de
dormirte y soñar de nuevo con él, al contrario,
te duermes dichosa, esperando
encontrarte con él en tus sueños…
No hay comentarios:
Publicar un comentario